Gastrobar María de la O

Brillos y ostentación para una vuelta al origen

El gastrobar de María de la O era un lugar muy emblemático por la versatilidad de los usos que iba a albergar. Lo primero que hicimos fue dotarle del máximo de luz posible y recuperar estancias en función de los diversos usos que iban a albergar.

Una de las propuestas iniciales fue centrar los esfuerzos en su lucernario central de triple altura, sin lugar a dudas el elemento más espectacular del Carmen. Resaltamos ese elemento con una barra perimetral que lo acentuara y una repisa botellero que subiera hasta la doble altura. Así, la zona de barra se convertía en centro neurálgico del espacio en las tres dimensiones. Decidimos revestirla de latón, uno de los materiales más usados en la decoración de mediados de siglo.

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En la decoración, nos decidimos por piezas tapizadas en  terciopelos y cueros, colores verdes,  y lámparas en las que se permitiera leer a las grandes escultóricas de la época pero con un diseño actual mucho más ligero visualmente para no tapar la luz, consiguiendo un ambiente elegante y lujoso, pero sereno y equilibrado.