Grupo Abades dejó en nuestras manos esta nave fría para convertirla en un espacio acogedor para celebraciones de eventos. Para mitigar la impresión de pobreza, propusimos una ligera segunda piel con forma de arcada lateral metálica, enmarcando de forma ligera las vistas sobre el mediterráneo y dimos calidez al conjunto mediante el uso de un entramado de madera que evocaba las ondulaciones del mar. Para completar el conjunto tratamos tanto la iluminación, a base de una nube de frágiles pantallas de cristal, como los textiles, con una paleta de color cuidada y estival.






