El principal objetivo de nuestros clientes era tener un interiorismo acorde a su carta, amplia y abierta a todos los servicios del día, desde el desayuno hasta la cena. Para Pizpireta elegimos materiales cálidos, que puedan acompañar en todos los momentos, de forma que a uno le apetezca tomarse el café pero también el aperitivo. Ante un local angosto y estrecho, propusimos el espejo como elemento multiplicador de la luz, y la curva como generadora de recorrido. El resto del espacio lo vestimos de textiles y acabados que dando textura, no sobrecarguen la experiencia final del usuario.






































