En esta clínica médica nos enfrentamos al reto de hacer convivir a pacientes adultos y pediátricos en el mismo espacio. Propusimos dos salas de espera diferenciadas a los dos extremos del local, que compartían mostrador de recepción. Para el área de pediatría propusimos a los clientes un telón de fondo de colores muy vibrantes, dando el contrapunto a una entrada más seria donde esperan los pacientes adultos al resto de especialidades. Las distintas salas de consulta se proyectaron en función del uso que iban a albergar.








